CLAVES PARA LA MOTIVACIÓN

TOLKI~21Son muchas las claves que podemos ofrecer para fomentar y lograr una motivación personal, de nuestros equipos y de nuestros pacientes y sus familiares. Estas que se exponen a continuación pueden sernos útiles en nuestro trabajo:

EN CUANTO A LAS MOTIVACIONES EXTERNAS:

Reforzar el compromiso con los objetivos.

Sabemos que los objetivos de la organización solo son motivacionales cuando los empleados también los desean y se esfuerzan por conseguirlos. También sabemos que para motivar el comportamiento enérgico los objetivos tienen que ser claros, específicos y desafiantes. Por lo tanto hay que dar retroalimentación sobre la ejecución del ejercicio realizado.

Reforzar las expectativas de compensación del esfuerzo

Hay que dejar muy clara la conexión rendimiento- recompensa: No todos los empleados conocen o comprenden la conexión que existe entre recompensas organizativas extrínsecas y rendimiento. El reto es dejar muy claras estas recompensas y relacionarlas con el rendimiento personal y del equipo. Por ejemplo, se pueden asignar tareas más agradables a aquellos empleados que satisfagan los objetivos marcados.

Ofrecer recompensas notables.

¿Consideran los empleados que las recompensas que pueden obtener a cambio de un buen nivel de rendimiento o resultados merecen el esfuerzo? Sabemos que no se valoran de igual forma las recompensas. Por tanto, las personas más idóneas para elegir sus recompensas serán los propios trabajadores.

Reforzar el comportamiento adecuado.

Muchas veces, lo que los directivos dicen que quieren, lo que recompensan, y lo que obtienen de sus empleados no son lo mismo.

Recompensar en el momento oportuno.

Se conoce que la recompensa es más efectiva cuando su obtención es contingente al comportamiento deseado. Muchas veces, la recompensa se alarga meses y meses en ser recibida, desmotivando al trabajador y éste solo se esforzará cuando perciba que hay recompensa.

Administrar las recompensas equitativamente.

¿Creemos que los beneficios de distribuyen justamente? Si creemos que no, y especialmente si nosotros somos los peor parados, haremos nuestras cuentas y haremos lo que más nos beneficie.

EN CUANTO A LA MOTIVACIÓN INTRÍNSECA:

Proporcionar feedback adecuados

Hay que proporcionar feedback sobre el rendimiento: Hay que comunicar cómo se ha realizado la tarea de tal forma que se sepa que sabemos cómo es el trabajo y para reconocer el nivel de rendimiento.

Dar autoridad a los empleados.

Dar autoridad a los empleados significa hacer que se sientan competentes y con el control de la situación, con energía para tomar la iniciativa y persistir en tareas importantes. Dar autoridad a los empleados tiene que fomentar percepciones positivas  en ellos.

Rediseñar  trabajos

Los trabajos bien diseñados generan una mayor motivación, un rendimiento de mayor calidad, una mayor satisfacción y menos absentismo y rotación. Ejemplos de esto pueden ser:

Definir trabajos verticalmente.

  • Abrir canales de feedback.
  • Relacionarse con los pacientes, trabajadores y familias de pacientes.
  • Formar equipos de trabajo naturales.
  • Combinar tareas.
  • Las tareas que diseñemos han de ser novedosas, complejas y sorprendentes.

El control de los impulsos, capacidad de resistencia a la frustración y aplazamiento de la gratificación, parece ser una de las habilidades psicológicas más importantes y relevantes en el devenir laboral.

El control de los pensamientos negativos, veneno del optimismo, se relaciona con el rendimiento a través de la economía de los recursos atencionales; preocuparse consume los recursos que necesitamos para afrontar con éxito los retos vitales y académicos.

El estilo atributivo de los éxitos y fracaso, sus implicaciones emocionales y su relación con las expectativas de éxito es una teoría psicológica que contribuye enormemente a nuestra comprensión de los problemas de aprendizaje y a su solución.  Esta teoría la veremos más abajo.

La autoestima y las expectativas de autoeficacia, son conceptos que podemos relacionar con el anterior principio de la atribución; además, se trata de elementos esenciales no sólo del proceso de aprendizaje y desempeño laboral, sino también de salud mental y desarrollo sano y global de la personalidad.

La motivación en el día a día.

“El hombre desea muchas más cosas de las que voluntariamente quiere. En nosotros hay deseos reprimidos de los que la conciencia no conoce y nuestro cuerpo tiene también sus deseos, necesarios para vivir. 

El hombre se mueve a alguna parte porque necesita cosas. La carencia de ellas provoca alteraciones, desequilibrios, tensiones que se traducen en movimientos, en actos dirigidos a conseguir lo que hace falta. Al conseguirlo, el organismo recupera el equilibrio alterado y, en consecuencia, cesa la búsqueda. Cuando el desequilibrio que provocan las necesidades se elimina, o se reduce, el sujeto, experimenta un placer que gratifica sus esfuerzos. Tras un reposo, el desequilibrio vuelve a producirse y de nuevo comienza el ciclo. 

A lo largo de la vida el animal recorre incansablemente el mismo ciclo vital que sólo concluye con la muerte. En el hombre, en cambio, el ciclo de los deseos no está cerrado del todo sobre sí mismo; se podría representar por una espiral cuyo eje fuera el tiempo. A diferencia de los animales el hombre inventa sus propias necesidades. El actor que es aplaudido una noche necesita que a la siguiente le aplaudan más, y después que le hagan un homenaje. El que tiene dinero quiere cada vez más, y no solo eso, después desea ser colmado de honores. El hombre es, en suma, insaciable. 

La racionalidad del hombre le permite percibir la realidad no sólo como aproximadamente es, sino de un modo perfectivo, esto es, como podría ser. Esa concepción perfectiva del mundo, anticiparse a la existencia de bienes y valores, hace que el ciclo de la motivación del hombre sea, como la cultura, progresivo, de infinita variedad y riqueza. 

Por la realización de un valor estético, moral, intelectual, religioso, el ser humano es capaz de sacrificarlo todo, incluso su propia vida.

J.L.Pinillos.»La mente humana» – Ed. Salvat